De regreso al corazón.....retornando a la oración.
Orar no es otra cosa que mirar, alrededor y escuchar.
Volver a orar, tarea no siempre fácil en la vida; que nos devora a tragos grandes, que nos
traspasa con sus prisas y sus calmas, casi inertes, casi nada y a veces todo.
Los eventos de la vida, son lo que nos llevan a esto; orar; que en unas de sus formas podría ser: escuchar, sentir, quizá mucho más, quien
sabe algo menos.
De pronto una mañana me levanto y recuerdo al maestro, lo imagino con sus sandalias, con su túnica sencilla pero impecable, con su risa amable y cercana, esperando escucharme y hablarme desde el silencio y tal vez me digo, eso también es oración.
De pronto una mañana me levanto y recuerdo al maestro, lo imagino con sus sandalias, con su túnica sencilla pero impecable, con su risa amable y cercana, esperando escucharme y hablarme desde el silencio y tal vez me digo, eso también es oración.
No siempre el corazón está abierto, ni los oídos prestos;
pero eventos que nos rebasan son lo que nos obligan a mirar a los ojos a nuestro Dios; el que sea. A veces no da
respuestas, sobre todo en la tormenta; sin embargo siento que nos pide paz , tranquilidad
y confianza, porque saldremos fortalecidos y con una enseñanza, no sé bien de qué
manera, pero al final así será.
Oremos entonces, encontremos a nuestro Dios, miremos el corazón, confiemos en que nos hablara en el silencio, seguro que en algún momento
lo hará.



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